Sospechas infundadas

Normalmente hago fotos a chicas y, en contra de la opinión popular, no es porque me niegue a hacer fotos con chicos. Ojalá pudiese hacer más, como hice en su momento la de Tony o alguna foto suelta a amigos.

No sé si al resto de fotógrafos que se mueven por mi ambiente les ha pasado lo mismo, pero en mi caso hay una combinación de factores como la escasez de modelos masculinos, que las temáticas no eran de mi interés o la poca seriedad de muchos de los que han contactado conmigo.

Recuerdo uno que quería una sesión en plan kárate y después de haberse ofrecido e insistido luego me fue dando largas hasta que finalmente canceló la sesión el mismo día por la mañana.

Y después están los que buscan cosas que no tienen que ver con la fotografía y sí con arrimarse a una modelo o simplemente exhibirse. Porque claro, lo de la modelo también corre de mi cuenta y pagar los gastos que se generan durante la sesión, lo mismo.

En estos casos digo educadamente que no puedo ocuparme de la sesión por no comportarme de una forma más directa. Y aún así ha veces he tenido que dejar la educación colgada de una percha y decir las cosas con perfecta claridad.

Así que lo de este año, con Abel, Luis y Nico, al que vemos en esta foto, ha sido fantástico. Gente bien dispuesta, educada, que escuchan tus sugerencias y aportan las suyas propias. Ojalá todo el mundo fuese así y ojalá hubiese podido hacerles más fotos (y ojalá pueda en el futuro).

Gracias, chicos!

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